Ladri, ni ahí! Servidor público, plaga!

Qué indignación loco! Me llamaron ladrón, delincuente, malviviente… hasta extraterrestre me dijeron! (ya lo voy a agarrar a ese marciano...) Pero todo fue malinterpretado: soy un laburante, un servidor… un servidor público! Fue un 2 de abril, y en lugar de descansar como la mayoría, me dediqué a trabajar y a servir a la comunidad. ¡Soy un Patriota! Les cuento lo que pasó.

Como veía que la cosa no se movía mucho pensé: Al final todos critican pero nadie ayuda. Tanto carnaval, fiesta, gimnasia bailada, bicicleteada, mateada, campeonato de truco, tanta obra por todos lados… estos tipos no deben dar abasto! Les voy a ir a dar una mano.

El problema es que cuando llegué no había nadie, estaba todo cerrado! Le digo al sereno que me abra, pensé ¡Pero tampoco estaba! Ya estaba ahí, no me iba a volver! Cómo hago?! Ya sé, hago igual que algunos de los que “laburan” acá: entro “por la ventana”, je. En ese momento me di cuenta que no había pensado en las alarmas ni en las cámaras de seguridad. ¡Cómo las desactivo para que no se molesten en venir! Pero no fue necesario porque no había nada de eso… y claro, debe ser para que otros también puedan venir a ayudar sin molestar.

Como estaban arreglando las oficinas me choqué de todo y me ensucié la ropa de trabajo... Eso ya no me gustó, pero bue', que se le va a hacer. ¿Qué hago primero? Empecemos por el intendente, me dije, y enfilé para las escaleras… Noo!!! Las del Hall Cheto noo! Esas no son para cualquiera, para casi nadie diría yo… subí por las de la plebe. 

Como buen empleado estatal (al fin y al cabo en esos momentos lo era) me quise tomar unos verdes antes de empezar, así que busque un termo... si, si, de los famosos… pero no encontré ninguno, dónde los metieron?! Ya estaba empezando a levantar temperatura…

Me fui al despacho del gran jefe y me senté en el gran sillón. No van a creer, eh?… Naa, no es gran cosa! Y ahora qué hago? me pregunté, y veo una gran pila de papeles que hasta tierra tenían. Empiezo por ahí, me dije, y resulta que eran todas cosas sin importancia: algunas ordenanzas sin firmar y un montón de minutas y pedidos de información sin responder… algunas tenían unos cuantos meses! También loco, dejame de joder, estos concejales piden cada pavada… y ahí ya me encabroné.

Como no entendía bien qué tenía que hacer me fui hasta el Concejo para ver si podía encontrar algo que me aclare un poco el tema... Pero no encontré mucho que digamos, algún que otro papelito por ahí, pero eso sí: silloncitos, pupitres, microfonitos, grabador… ¡¿Pero qué hacen acá, karaoke?! Con razón que no hacen nada, vienen a hablar al pedo!! A esas alturas ya estaba re-caliente.

Cómo puede ser viejo! Así claro que no vamos a ningún lado! Al final a los concejales les dejé unos proyectos y aprobé unas cuantas ordenanzas “cajoneadas”. Al intendente le firmé las ordenanzas y le dejé preparaditos todos los datos para que conteste las minutas, le dejé un par de ideas de cómo hacer más obras con la misma plata que recibe de los subsidios… cosas por el estilo.

Antes de irme, pasé por tesorería… y sí, qué creían? Quién hace algo gratis en política?!Pero la caja fuerte estaba cerrada! Eso ya era el colmo!! Estaba furioso!!! Y le pegué un patadón a la puerta para descargarme… y no van a creer che, se abrió!!! Así que me llevé lo que me correspondía... Cómo que mucho?! Era lo mínimo que me merecía por tanto laburo, después de todo, hice más que todos estos en varios meses!

Y después salen a decir que les robé… Loco, qué desagradecidos! Ahora no los ayudo más.